Cuando usted usa el depósito directo, puede asegurarse de que su dinero está seguro. Ya que su dinero va directamente al banco en forma de transferencia electrónica, no hay ningún riesgo de que su cheque se pierda o se lo roben. De hecho, desde el 1976 cuando el depósito directo primero estuvo disponible a los beneficiarios de Seguro Social, ni un sólo pago se ha perdido.